El suelo-cemento 1
Por Francisco Martínez Alas. (1986)
(En el año de 1986 tuve que escribir varios trabajos sobre materiales de construcción. Cuatro de esos los conservé porque me gustaron mucho. Ahora, aunque debe haber muchas otras y mejores fuentes de información sobre esos temas, y si los escribiese hoy los elaboraría de una manera distinta, deseo compartir esos mismos trabajos con mis lectores como una muestra de mis intereses de otra época.)
Indice
Introducción
Objetivos
Concepto y cualidades
Nota sobre los suelos
Diferentes Mezclas
Usos en edificación
Recomendaciones
Conclusiones
Bibliografía
A manera de introducción
"Toda industria del hombre estriba en aproximar las sustancias naturales unas a otras o en separarlas; el resto es una operación secreta de la naturaleza" (F. Bacon, Novum Organum).
"Lo que hay que considerar es la materia, sus estados y sus cambios de estado, sus operaciones fundamentales, y las leyes de la operación o del movimiento" (F. Bacon, Novum Organum).
Valgan estas palabras como preámbulo a esta breve investigación acerca de los muchos materiales utilizados en la construcción moderna: el compusto suelo-cemento.
Objetivos
No pretendo en el trabajo presente ofrecer un completo análisis del suelo-cemento, con la descripción de su comportamiento químico y de las varias y complejas pruebas de laboratorio a que pueden ser sometidas las diferentes mezclas; sino solo referir las características generales que lo definen, las técnicas para su elaboración, y los procedimientos de sus aplicaciones en obras de construcción e ingeniería.
Ello con la finalidad, en principio, de conocer el material, y motivar a la reflexión acerca del mismo para promover su uso y descubrir mejores en su tecnología.
Concepto y cualidades
El suelo-cemento se define como una mezcla de suelo pulverizado, cemento gris y agua, los cuales bien compactados dan como resultado un material con propiedades que la tierra simple compactada por sí sola no posee.
Se trata, pues, de suelo natural con ciertas características sometido al tratamiento de estabilización con la adición de un estabilizante químico: el cemento.
Los suelos también pueden ser estabilizados con otros materiales, como por ejemplo la cal y la sal, pero ésos métodos por ser ajenos a éste estudio no han de ser explicados aquí (Ibarra Figueroa, Los suelos estabilizados, passim).
El procedimiento de estabilización en cuestión, consiste en extraer suelo del terreno, generalmente por excavación o en llevar material de préstamo al lugar, pulverizarlo y cernirlo, agregarle una determinada y reducida cantidad de cemento, añadirle agua hasta obtener un grado de humedad óptimo, revolver bien y compactar lo suficiente. Se obtiene al final del fraguado y endurecimiento al aire una masa de gran resistencia. En síntesis, el "conjunto de tierra, cemento y agua, debidamente dosificados, constituyen el suelo o tierra cemento" (CONESCAL, Cartilla, pag. 73).
Ahora bien, existe una variedad de suelo-cementos modificados, los cuales son aquellos que tienen menos cemento que el requerido para un verdadero suelo-cemento, según los datos aportados por las pruebas de laboratorio a que han sido sometidas diferentes mezclas.
Entre las características más importantes del suelo-cemento pueden mencionarse:
- por su poca permeabilidad no retiene la humedad;
- además resiste la inmersión en agua;
- tiene gran resistencia a la compresión;
- el costo relativamente barato de su principal componente, es decir, la tierra; y
- la posibilidad de utilizar suelos cercanos al lugar de construcción, o en el mismo cuando hay masas de suelo apto que habría que desalojar.
La diferencia constitutiva entre el concreto y el suelo-cemento es la de que en este último se sustituye la arena y la grava por tierra. De tal manera que el tipo variado de suelos es lo que es lo que más afecta a éste material. Por ello, en la sección siguiente se hacen algunas observaciones acerca de los suelos.
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