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sábado, 4 de febrero de 2012

Categorías y Realidad: Documentos, índices, catálogos y tesauros 6

Categorías y Realidad:
Documentos, índices, catálogos y tesauros 6
Por Francisco Martínez Alas

3. El caso de los documentos y libros (cont.)

Un resumen escrito por un reseñador se diferencia radicalmente del resumen basado en fragmentos, porque en este caso son los textos del propio autor con los que se arma el resumen, y en aquel es otra persona, un redactor o comentarista quien usando una mezcla de paráfrasis y sus propias palabras o interpretaciones, construye una condensación de la obra.

Por último, está el comentario a un texto escrito por un estudioso, admirador (o detractor) especialista de un autor, su obra y su pensamiento. En la academia se suele encargar a los estudiantes de ciencias sociales y humanidades que hagan comentarios a textos, utilizando para ello diversos métodos y pasos. Algunos de tales ejercicios resultan interesantes y su calidad depende tanto del ingenio propio de cada estudiante, como de las fuentes a las que tiene acceso, o la técnica que utiliza. Factores éstos que son claves para realizar un comentario de texto o un análisis de discurso, aún cuando lo hace un experto: así, excelencia de un comentario dependerá de la cantidad y calidad de las fuentes primarias y secundarias que sirven de base, la combinación de técnicas para trabajar con el texto y sus ideas, y un conjunto de capacidades en el comentarista para hacer síntesis, paráfrasis, comparaciones y toda clase de relaciones intertextuales.

El comentario a un texto, es algo más grande y extenso que el texto en sí que se comenta, porque, solo toma una porción selecta de los textos que se están comentando y porque incorpora las ideas del comentador y cita las de otros documentos. Nunca se hace un comentario de todo el texto y contenido del documento original, sino solo de una parte significativa para el comentarista (auque la opinión general y la de varios comentaristas coincidan con que eso es lo más relevante). El comentario, ademés, se diferencia del resumen, especialmente en que un comentario a una obra o a un conjunto de obras, sean del mismo autor o de varios acerca de un mismo tema, es una obra en sí misma, distinta de aquella o aquellas a las cuales se refiere; en suma, también es una obra de autor.

No es posible establecer una norma fija para la estructura que debe tener un comentario, aunque los manuales didácticos que tratan al respecto planteen uno o varios esquemas a seguir o en los cuales basarse. Siendo así, la estructura y desarrollo de un comentario a una obra, ha de seguir el plan, la concepción, la intención y el derrotero que su autor le establezca.

En algunos casos, en el comentario se presenta una discusión acerca del origen y de las varias versiones que existen de la obra; en especial si se trata de obras antiguas de las que existen varios manuscritos, algunos transcritos en la época del autor, y otros copiados en años o siglos posteriores, con inexactitudes, cambios o mutilaciones. Pero, el mismo cuidado se le tiene también al rastreo y comparación de ediciones impresas de la época de aparición del texto y de las posteriores. Todo con el objeto de fijar una edición o un texto definitivo, lo más fiel posible al original de su autor. Por otra parte, si se trata de una obra traducida, originalmente escrita en un idioma distinto del cual se está haciendo el comentario y en el cual se publicará, es conveniente hacer una revisión de las traducciones previas a la que se está presentando, con el objeto de mostrar las fortalezas y debilidades de las mismas, así como exhibir las ventajas de una nueva traducción y reconocer la deuda con otros traductores respecto a la solución dada por ellos para trasladar a otra lengua algún término muy díficil o imposible de traducir.

Comentar un texto es una técnica, o conjunto de técnicas –que se pueden conocer, aprender y dominar-, cuyas características generales más comunes son las siguientes: a) Comparar y relacionar textos, ideas, categorías u obras de un autor -o de varios autores a quienes se les identifica dentro de una misma corriente, escuela o tendencia-, con las de otro u otros, con el fin de encontrar similitudes y relaciones en el pensamiento de los mismos, y en algunos casos deducir o proponer que existen avances o retrocesos, entre sus ideas, principios, leyes y conceptos, o que las comprensiones, interpretaciones y esquematizaciones de la realidad y de ciertos fenómenos o están más elaboradas y completas, o que en contrario lo son menos, entre un autor y otro, o entre una corriente y otra; b) contrastar las categorías, conceptos, opiniones y argumentaciones de un autor con los de otros -a quienes se les considera como opuestos o contradictorios de aquel- acerca de un mismo tema o asunto, con el objeto de mostrar las diferencias, sean estas claras e inconfundibles, o que solo consistan en cambios sutiles o graduales de matiz son un asunto de discusión; c) rastrear, construir o reconstruir las raíces y cadenas de posibles antecedentes teóricos y metodológicos, las influencias recibidas del entorno o de otros autores y corrientes, movimientos, escuelas y tendencias, así como ubicar la posición ideológica o postura intelectual de un autor dentro de un esquema convencional de clasificación de aquellos;  d) proponer o descubrir a los posibles seguidores y continuadores del pensamiento del autor, así como analizar y exponer cómo éstos lo han difundido, enseñado, interpretado, sintetizado, mejorado o ampliado; e) el comentarista puede emprender la labor de complementar, expandir o ampliar algunas de las propuestas, argumentaciones o análisis de otro pensador o investigador, con más hallazgos o evidencias, y en algunos muy raros casos, atreverse a completar una exposición o desarrollo del otro autor, con el fin de quede más completo y comprensible; f) rebatir las ideas, juicios, conclusiones o argumentos específicos de otro autor, no es empresa intelectual para cualquier comentarista o ensayista, sino para un autor crítico hábil y competente, quien discute con el otro autor, ya sea desde otro sistema de ideas, otra posición ideológica, o desde su propia propuesta reflexiva sobre los mismos temas y la realidad en general; g) una labor similar a la anterior es la de descubrir y dar noticia de los posibles errores que otro autor ha cometido, ya sea que haya llegado a conclusiones incorrectas o no bien fundamentadas, a causa de inferencias falaces o defectuosas, por mal uso de los datos disponibles, o partir de evidencia o información insuficiente o de datos inexactos; h) un tipo de análisis de discurso y contenido más apegado al texto, consiste en extraer del mismo todos o la mayoría de categorías, conceptos y términos que el autor ha propuesto y definido en su obra (o entre sus diferentes obras), y presentarlos de manera esquemática o estructurada para facilitar su comprensión, análisis y crítica; i) partir el texto en unidades de análisis, para formar esquema, discurso, o estructura de interpretación, o bien, para construir o reconstruir el proceso de investigación y elaboración, o las secuencias argumentativas que allí aparecen; y, por último, j) buscar, identificar, sugerir, forzar aplicaciones concretas o potenciales de las propuestas, teorías o análisis que el autor haya hecho, aún cuando tales aplicaciones no hayan sido pensadas, plasmadas o sugeridas por aquel.

La calidad del comentario depende, al final, de la capacidad, erudición y experiencia del comentarista con respecto a un autor y a los temas que trata tal autor, así como a la profundidad de la investigación que haya realizado al trabajar con las fuentes.

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