Origen, meta y destino de las bibliotecas privadas o personales 3

Origen, meta y destino de las bibliotecas privadas o personales 3
Por Francisco Martínez Alas. Sep. 2008

Desarrollo de la colección
Sin importar las diversas fuentes de donde se adquieren los libros y documentos para la paulatina conformación de la propia biblioteca, se debe tener presente que el desarrollo de un colección privada debe corresponder a los gustos y a las necesidades de conocimiento del propietario. Hasta podría afirmarse que las etapas de desenvolvimiento de la biblioteca particular tienen alguna correspondencia con ciertos eventos de la esfera vital del coleccionista.

Mi biblioteca personal, por dar un ejemplo, en los años más recientes ha tenido etapas bien diferenciadas. Así, además de las obras de literatura y algunos clásicos de varias disciplinas que había al principio, se adquirieron materiales para complementar los estudios universitarios en economia, arquitectura, artes, antropología, derecho y política. Algunos años después, mientras trabajaba como bibliotecario y documentalista comencé a formar mi propia colección de manuales y journals sobre dicho campo. Ya con la intención de formar mi propia biblioteca, además de los libros que adquiría en las librerías de la ciudad, compraba algunos en los puestos de usados y las ferias de libro; y también, en los viajes de trabajo al extranjero que hice. Posteriormente, cuando di mi primer giro profesional, la gama de intereses que deseaba fomentar también aumentó, y así fue como incorporé las colecciones de tratados y estudios en disciplinas tales como la gastronomía, la gestión, los proyectos y todo lo relacionado con herramientas de investigación. Por la misma época, desarrollé un intenso interés en el conocimiento de otras culturas del mundo y de su historia, por lo que me puse la tarea de obtener obras claves y clásicos sobre las regiones de Africa, Asia y América. Luego, cuando inicié la aventura del negocio propio, formé la rama de mi biblioteca con interés corporativo, la mayoría mediante compras en línea, en las áreas de gestión de conocimiento, comunicación organizacional, sistemas de información, informática, administración de empresas y otras relacionadas. Cuando volví a a la universidad para estudiar filosofía, renové mi interés en las humanidades y en algunas disciplinas filosóficas y filósofos en particular, con lo cual la sección de obras de filosofía se reforzó notablemente. De ahí en adelante, todas las colecciones se han ido actualizando en lo que ha sido posible y factible adquirir. Talvez, la última y más reciente etapa fue la creación de las colecciones de la biblioteca digital. En otra parte, he tratado acerca de una estrategia personal de uso de internet. Aquí solo haré una somera descripción de mi colección digital. Esta se subdivide en cinco grandes colecciones: herramientas técnicas, tecnologías de información, sociología y política, humanidades y documentos de organizaciones. Cada una de estas secciones se subdivide en tantas carpetas como sea necesario: sub coleccones de archivos de temas más específicos o de determinadas fuentes.

Como ya lo mencioné, las colecciones reflejan tanto los gustos del propietario, como la disponiblidad de temas y obras según las tendencias culturales, de pensamiento y la situación socioeconómica de la época en que se forma la biblioteca. Sin embargo, hay algunos criterios generales que guían los esfuerzos del aficionado coleccionista de libros y estudioso lector. Así, es posible que tengamos interés en:
- Obras de nuestros autores favoritos o preferidos
- Títulos de temas que nos motivan o apasionan
- Títulos de ciencias afines a la profesión u ocupación
- Materiales que abarcan todas la subdivisiones de una disciplina que nos importa
- Obras que presentan diversos aspectos, facetas o puntos de vista de una tema
- Todos o la mayoría de las obras de los autores clásicos de cualquier disciplina o campo
- Diccionarios e historias especiales de cada disciplina que nos atañe
- Talvez, algunos comentarios a autores claves que nos interesan
- Títulos, escogidos o completos, de ciertas colecciones editoriales peculiares
- Estudios y documentos que tratan de temas coyunturales o de actualidad
- Obras que satisfacen o complementan nuestro estado emocional o afectivo en diferentes etapas de nuestra vida
- Tratados representativos de una ciencia en distintas épocas

¿Qué cosas son las que llaman nuestra atención y nos hacen decidirnos por un libro en particular? La respuesta a eso, son los criterios que podemos usar para evaluar la compra. Si nuestros ingresos no son ilimitados, talvez nos determinemos - en principio- a comprar algo que nos guste y nos sirva siempre y cuando su precio sea igual o inferior a cierta cantidad. Pero, el precio no lo es todo. Más importantes aun son otros elementos: el hecho de que conocemos al autor (al menos por referencia de otra fuente) y nos interesa obtener una o varias obras del mismo; otras veces es el título (e incluso el diseño de la portada donde éste se inscribe) lo que llama nuestra atención; y otras, la disciplina o el tema específico de que trata el libro. La casa editorial responsable de la edición es otro criterio importante: con frecuencia llegamos a identificar tanto la calidad como la orientación de cada editorial. Algunos tenemos la costumbre de examinar algunas otras secciones del libro, así: leemos rápidamente la contraportada o las solapas para conocer más de que trata el libro; examinamos con atención la tabla de contenido y ello nos permite comprobar si los tópicos tienen el enfoque que buscamos o se relacionan con la época que nos interesa conocer; también, en muchos casos, el ver los datos de publicación, título original en otro idioma, de traducción y conexos, nos aportará otros criterios; del mismo modo, examinar los índices analíticos al final nos dará una visión más detallada de los temas que se desarrollan a lo largo del texto; y por último, hojear sin prisa todo el libro, nos proporciona una vista rápida pero certera de cómo se desarrolla todo el texto.